La música de la rebelión y un ícono.

Mientras trabajo un poco (debo hacerlo, pues así es la realidad capitalista, el trabajo es escaso, mal pagado y desde hace muchos años de neoliberalismo y corrupción, en los países de América Latina mayor educación no significa ni mayores ingresos ni mejores oportunidades, en Europa se dieron cuenta hace apenas un año o menos), escucho la canción "People of the Sun", de uno de mis grupos favoritos, Rage Against the Machine. Alguna vez escuché que Zack de la Rocha cuenta con un doctorado en sociología por la Universidad de Harvard (la madre de Zack es doctora en antropología por la Universidad de los Ángeles), lo que algo de autoridad le ha de brindar para hablar y denunciar de opresiones, injusticias, y de la apremiante necesidad de reflexionar, actuar en consecuencia y movilizarse. Por si sus credenciales parecieran insuficientes, Zack vivió el racismo al estilo americano en carne propia cuando vivió en Irvine, y es nieto de un mexicano originario de la provincia de Sinaloa, que peleó en la Revolución Mexicana y después fue un trabajador agrícola en el país del norte. Sigo trabajando y se me ocurre escribir sobre Rage Against the Machine y celebrar su persistencia, su llamado a la rebelión, su estridencia. Tambíen les celebro que sean de los pocos que todavía recuerdan al Ejército Zapatista de Liberación Nacional, o EZLN, y su lucha ya no más violenta, ya no más de armas, sino de tesón y paciencia, contra el neoliberalismo atroz, la corrupción del gobierno azteca, que desde Salinas de Gortari (discípulo y maestro de Alberto Fujimori, Fernando Collor de Melo y Carlos Saul Menem, entre otras joyas de la corrupción de nuestros pueblos). Por eso dejamos a un lado los compromisos sin resolver, no sucumbimos ante la apatía, sino que nos mueve la esperanza y nos anima ver la bandera rojinegra del Ejército Zapatista en un concierto de Rage Against the Machine, en un estadio de los Ángeles. Vale la pena.

Camarada Benigno.

Esperando el nuevo aliento de los pueblos americanos, contribuyendo y deseando mejores días, de fuerza y más entusiasmo en mi propia lucha.