El día martes 27 un grupo paramilitar atacó una caravana humanitaria que se dirigía al poblado de San Juan de Copala en el estado mexicano de Oaxaca. Según comunicaciones de compañeros en México, este poblado se encuentra en los límites del sur-poniente del estado con la región de Guerrero, en el sur, y es asentamiento del pueblo indígena de los triquis, quienes han sufrido durante al menos unos treinta años del azote y terror de grupos de extrema derecha paramilitar vinculados con el Partido Revolucionario Institucional o PRI, y comandados actualmente por el gobernador Ulises Ruiz. En el ataque del martes murieron a tiros dos personas, identificadas como Alberta Cariño, miembro de una organización social de México, y el ciudadano finlandés Juri Jaakola, acreditado en México como observador humanitario. Desde este medio nuestra organización brinda todo el respaldo a los grupos de apoyo humanitario que actuán en México a pesar de los peligros que esto implica. Nos entristece saber que un grupo que lleva agua, alimentos, libros, ropa, medicamentos, a comunidades pobres indígenas, sea atacado a balazos de una manera tan cobarde y canalla como han resultado estos terroristas de extrema derecha.
Los canallas tienen nombre: UBISORT, o Unidad de Bienestar Social de la Región Triqui, y su tenebrosa historia se vincula al año de 1994, en que usando la palabra "Bienestar" lema del gobierno del ex presidente mexicano Ernesto Zedillo (maestro, discípulo y buen amigo de otros ex gobernantes de la región como Alberto Fujimori, Fernando Collor de Mello, Carlos Saul Menem, Carlos Salinas de Gortari), se aglutinaron como paramilitares de extrema derecha, siempre en nombre de la "seguridad y la paz" o en contra del "enemigo socialista" como suelen actuar estos cobardes de siempre, lo mismo en México, que en Colombia que en América Central, lo mismo en Miami que en Bahía de Cochinos, lo mismo vestidos de blanco que vestidos de negro y con el rostro cubierto. Los gusanos de siempre, entrenados por empleados de la embajada de Estados Unidos o la CIA, para "mantener a sus países en paz", para "liberarlos de la influencia comunista", según la agenda, el lugar y el tiempo, pero con la misma vileza siempre.
No esperamos nada del gobierno mexicano, cuyo presidente por primera vez viene de un partido político distinto al PRI, pero que desde el primer día de su mal gobierno ha sido cómplice y amigo de los priistas, lo mismo del gobernador de esa atribulada y empobrecida provincia mexicana. Solamente la denuncia, la palabra y el aliento de lucha pacífica para las organizaciones de cambio social y los observadores internacionales, necesarios en nuestros países, donde se padece tanta, tantísima miseria humana.
C.L.P.R.S.
Puede consultarse una nota periodística (en inglés) sobre estos tristes acontecimientos en la siguiente dirección.
en idioma inglés.
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