Comunicado de la CLPRS.

Hoy más que nunca las luchas de los trabajadores, los estudiantes, los pequeños empresarios, los maestros, las mujeres, los jóvenes, los adultos mayores, los hombres libres, los oprimidos, los que buscan la renovación, el cambio y la ruptura de paradigmas, están más vigentes que nunca. Son días difíciles, de contradicción y hastío, de confusión y hasta hartazgo generalizado. En Davos Suiza, se reúnen los poderosos, las grandes empresas, el capital, se sientan a dialogar sobre cómo superar los problemas del Capitalismo, y la receta es oprimir a los más desvalidos, cortar beneficios que han costado muchos años de lucha, incrementar la voracidad y la avaricia, el endeudamiento de aparatos estatales, de la maquinaria del capital y su saldo de contaminación, desempleo, depredación. En España, el gobierno de Rajoy da tumbos y se va contra los que llama "evasores fiscales", que no será otra cosa que exprimir y esquilmar al mas desfavorecido y seguir dando beneficios a las grandes empresas, cómplices de los partidos políticos, de las más altas esferas de políticos y empresarios. En Francia la ciudadanía indignada lanza harina contra un triste político del que nadie recuerda su nombre, en campaña, y Sarkozy amenaza con volver a la postulación. En la atribulada Rusia, Putin y su fiel alumno intercambian roles como si fueran camisas. En Egipto, la tensión ha reventado y cobra víctimas fatales en el deporte, tragedia inimaginable y lamentable. El país del norte no se puede quedar atrás: con pompa hollywoodense anuncia a Susan Sarandon como Sarah Palin, la mujer de la polémica y la caricatura, que no pudo llegar a la vicepresidencia. El Presidente busca su reelección, y un conservador Mitt Rommney da la pelea, quiere el cambio para el mundo, pero con más soldados, más armas, y el mismo discurso de su contricante. En México, la gente dice ya basta, pero no se le escucha, mientras la violencia no cesa, y los actores políticos están opacados, cansados.  Mundo convulsionado pero estático, los indignados, no sabemos si son una parte más del show mediático o un grito que busca remover conciencias. Nosotros esperamos. Queremos removernos ese cansancio.
Camarada Benigno,
Ciudad de México, México.